yasashi...

..."¿Cual es tu deseo?" es lo que pregunto,
"No necesito nada"- no fue una mentira.
Aún, en el mundo que desaparece, hay un lugar para mí,
hasta para mi, que no lo sabe.

Mi conciencia aprisionada fue limitada por el tiempo,
repito mi deseo, hasta que nos volvamos a ver;
no me olvides.

A trávez de los días que pasan es todo lo que queda para mí
¿son mis recuerdos, o tal vez lo he olvidado?
Dentro de poco, el sueño acosa al mundo;
cada persona regresa al mañana.

La puerta que mira al futuro elegido
Aun si mi deseo se consede, no me olvides.
No me olvides.

Aún en el mundo que desaparece, hay un lugar para mí
hasta para mi, que no lo sabe

hasta que lo recuerde...

martes, 3 de julio de 2012

Crónica número 0001: El ascenso del rey, y la caida de un hombre

Crónica  número  0001:  el ascenso del rey,  y la  caida de un  hombre:

 "...   y al terminar  todo,  el polvo,  comenzo a asentarse,  las llamas  cesaron  casi en su totalidad  y dejaron  ver  en lo que  se convirtio, lo que una  vez  fue  la ciudad  más  maravillosa en todo el continente. La  batalla que duro todo el dia anterior y cuyo climax  descendio por la  noche, ahora por la  mañana, mostraba  a los primeros  rayos del sol, su  trágico descenlace; -¿era esta guerra necesaria? - mi mente seguia perturbada, conforme  recorria los pasillos que rodeaban parte de lo que fue la plaza  principal  de la  ciudad, caminando entre escombros  y   horrorizandome  con  el resultado de  nuestras  acciones y de la  guia que habiamos jurado seguir hasta el fin del mundo ciegamente, ese  velo que no nos permitio  ver  como poco  a poco fuimos cayendo en las fauces de la  bestia; en un juego  al cual él nos quizo  guiar,y habia  tenido éxito, conviertiendonos en lo que más odiamos, o al menos, en lo que yo más temi convertirme... - ¿Cómo es posible que  hiciera  esto  yo?-

El derrumbado pasillo me  guio a la plaza  principal de la  ciudad, donde  se  sabia,   el comercio ocupaba ese  sitio privilegiado,  centro de intercabio no solo de mercancia, si no tambien de  historias, razas e ideas. Conforme  avance  vi que los pocos  sobrevivientes, en su mayoria  simples  civiles,  mujeres  con sus  hijos  y ancianos, incapaces de defender sus hogares asomaban  temerosos  de sus  escondrijos al  poco que  caminaba  cerca de ellos. Pude percibir en sus  ojos  ese  temor, duda, lo mas  raro fue, que  ninguno mostro  ira  contra  mi, solo  temor, un temor  comparado  con el de la muerte. Ahora  lo sabia ,   las  vestiduras que portaba,  la  maravillosa  armadura de  oro blnaco que me  habia sido  otorgada  hace tiempo  y que  jamas  habia   requerido usar,  se  habia  ensuciado con el  humo y hoyin del fuego y del polvo, pero  no fue eso lo que la  gente  veia  en mi,  no era  una  armadura de  oro blanco que relucia con los  rayos de sol  que  anuncian el fin del caos y train  paz  y   esperanza; lo que  la  gente  observaba aterrorizada, era  a  un demonio caminando enre ellos, abriendo las pertas del  inframundo, con una  tunica   manchada  de  sangre  y  cargando con la  vida de   seres  queridos, amigos  y familiares,en su mnos y su arma  y  dejando una sombra, una estela  de muerte tras su paso.

Cansado por la batalla, arroje  mi arma, -por dios-, no  habia  notado lo pesada que estaba esa lanza, de seguro, era el peso de las  vidas que habia arrebatado ese dia, apenas  la punta  tenia  una  mancha de sangre,  la cual contrasto con el fino brillo del material con que habia sido forjada, simplemente la arroje  a  un lado,  vi lo que parecio ser  una fuente   me acerque  y  con ambas  manos,  tome un poco de agua arrojandola sobre  mi rostro, tratando de que  me limpiara   y refrescara,  tratando de que la cordura  rgresara a mi mente, o tal vez  tratando de que  limpiara  la sangre  que  estaba impregnada en mi rostro.  Sentado ahi,  aun se escuchaban  a las  tropas en otra  parte de  la  ciudad , marcahando a  paso  acelerado,  tratando de  detener  a la ultima resistencia, ¿20 o 30 soldados?, algunos  gritos   y  despues silencio;  no seria  dificil detenerlos  y menos someterlos. Estuve  un rato  sentado en ese  lugar,  el cual  en un instante me parecio  tan placido y quieto, pesea  la  situacion que nos evolvia.

Uno de los solados  se acerco a mi impetuosos - su majestad  requiere  de su presencia, señor- yo, sin decir  nada  permaneci en mi posicion, con las manos descansando sobre  mis piernas; habia perdido  ya  toda  mi fuerza,  apenas podia  ver   mis  pies  y respirar  hondo. No  tardo en  que escuchara  una multitud  de  pies corriendo y tomando posiciones en la plaza, los sobrevivientes habian sido sometidos por un grupo de soldados de  bajo rango,  y  arrastrados  hacia donde  yo estaba,  obligandolos a  incarse al rededor de la  fuente, justo ante  mi,  con las  manos sobre la  nuca  y viendo  al piso. mi mirada paso por encima de ellos,  sin poder  hacer mas. No podia  creer  que  nosotros,  hermanos de raza,  iguales los  unos a los  otros, ahora estabamos  somentiendo a  nuestros propios hermanos ante  nuestros destructio poder. Al pasar la mirada, conte   de rapido como a  30 personas, sentia  su temor. y cerca de mi,  una niña, volteo a verme  con una  mirada que me  atravezo el corazon,  con lagrimas en los  ojos, tratando de  contener  su llanto, sujetaba  una  muñeca de trapo polvorienta  manchada de  sangre,  a su lado   parecia ser su madre,  herida  en  un costado, una mujer de 40 años aproximadamente,  demacrada  en el rostro  y tratando de dar el ejemplo a  la  niña,  no soltar  ni una  lagrima, pero al verlas  con sus miradas sobre mi,  no   note   ira  y   venganza, simplemente  una  decepcion y melancolia  que  me   consterno aun mas.

La  voz del nuevo  gobernbante de esas lejanas  tierras   hizo  eco entre las  ruinas. Nuestro rey era un  noble  hombre, el cual tuve la oportunidad de  conocer  muy  bien en sus   buenos dias de juventud y educacion, pero cuando   tope  con el  por ultima  vez, su expresion habia  cambiado drasticamente, su rostro mostraba el de un ser  lleno de  sed  de  ambicion, su barba   blanca  y larga  sobresalia de su casco,  la armadura  que portaba, apenas  mostraba estragos del la batalla, tras de el una   capa de  fina  tela  teñida del   rojo, quiza  fuese  sangre  pero nunca, suya. con aires de   superioridad  miro a sus   pies  la presa que  habia  adquirido,  con prepotencia  camino entre los   indefensos  sobrevivientes, y su rostro ahora mostraba una  sonrisa   malevola llena de  satisfaccion  y locura,  su mirada    aun mostro una  insatisfaccion  pese a la  gran   victoria de su accion. -veo que lo  has  hecho muy  bien ¿mi querdio  caballero de  luz?- vocifero- observa  ahora,  nuetsro   gran imperio  domino lo que  la gente creyo ser posible, ahora  no estamos a su nivel,  ellost  estan ahora  por debajo  de nosotros,  postrados  ante   mis  pies  como simples  insectos que son.- una  risa estrepitosa. Yo no podia  hacer mas que levantarme  y saludar  con mi mano al monarca,  mi cuerpo se  movia  por  acto reflejo, no podia  pronunciar  ni una palabra. El  rey  camino  hacia mi arma la  tomo y la  lanzo  hacia  mi, -  no te dejes engañar por esos  miserables  cobardes, aun puede que intenten apuñalarte por la espalda  mi querido emisario-. Mi cuerpo  volvio a reacionar  por si mismo   a{ momento que le rey arrojo la lanza; mi mirada  titubeo un momento,  volteo  hacia la  madre  y su  hija ante mis  pies, la  niña   habia  soltado en llanto silenciosos  mientras su madre la abrazaba. Mi  corazon   se destrozo  y mi alma   me  habia  abandonado. Sin duda me volvi en lo mimo que nuetsro lider, un mounstruo.

Hice un esfuerzo   sobrehumano por   tratar de poner  mi mente  en orden, mi cuerpo poco a poco   comenzo a seguir  mis ordenes,  y me abri paso entre  los  rehenes alrededor de  mi,  me acerque a su altisima persona, y  di un saludo  con mi mano   poniendola  frente a él y  dirigiendola  luego a mi corazon  haciendo una reverencia  ante su  investidura.- su alteza,  justo como usted  deseo, hemos  cumplido  con su  ley,  hemos  cumplido  cada  palabra   que nos  dirigio, y solo gracias a su   honorable  guia hemos conseguido  este  resultado;  nuestro reino propserara ahora y para siempre  y sera  ejemplo para  todo el mundo-  mi boca  declamo,  pero mi mente   sentia  asco con cada   enunciado que pronuncie.

Una  carcajada es lo unico que respondio,  yo,   ahi,  postrado de  rodillas haciendo una  reverencia  frente  aquella quimera  llena de  locura  ,  sentia  esa   descomunal fuerza que ejercia, ese  temor que   aplastaba y el cual  los rehenes  atras de mi  sentian,  e incluso  los mismos  caballeros   reflejaban. - acompañame  caballero, quiero que admires   lo que tu lealtad  y leal obediencia  ante  mi,  tu amo,  ha  conseguido- me toco el hombro y me invito a  caminar a su lado. Lo unico que podia  ver al subir  una escaleras    que estaban  frente a la  fuente era  un mundo devastado por la ira. Mi mente  veia aquella gran metropolis que fue la ciudad,  llena de casas, jardines  y una   poblacion  que trabajaba duro para  manterner  en  armonio de  lo que   cualqueira llamaria  hogar y que  yo considere  en uno de mis  viajes , un paraiso, pero mis  ojos   veian  solo muerte, lo que la luna llena  habia arrebatado por  simple  capricho.

Sin  tomar atencion,  hasta llegara la mitad de las escaleras, percibi que el rey,  habia detenido sus pasos, y yo  habia  cometido la  impudencia, o mejor  dicho la osadia de   seguir  mi camino  ascendiendo las escaleras y adelantarme al rey. Al  voltear y  guiar mi mirada  hacia  donde estaba l postrado,  note  una  silueta a su lado, una sombro  oscura ,  casi diabolica sobre su  hombro izquierdo. Me tomo  un poco de tiempo reaccionar  y  ver  de quien se trataba , era él,  aquel que  habia llegado al reino y  poco a poco sembró en el ejercito, en el pueblo, e incluso en el mismo rey,  aquella  semilla que germino en una  ortiga de sizañ,  ambicion y  muerte, ese que habia recibido la envestidura de la armadura  negra.

Susurro sutilemte algo al oido del rey., quien  en un instante  fijo su mirada en mi con sopresa, pero  tardo poco en cambiarla por una  mirada  de  desconfianza, duda  y odio contra  mi.  No olvide que antes de esta  guerra  su majestad  habia decidio que yo   seria   su mano derecha en esta  cruzada  sin sentido, era tal la confianza en mi que  habia dejado  todo el trabajo  sucio a  su  carta  bajo la manga, yo. Al dar mi primer  paso  para regresar al lado de su majestad,  mi lugar a su lado derecho, me  detuve, el caballero negro rapidamente paso por detras de  su alteza  y  se postro ahora del lado derecho; volvio a susurrale al  oido algo.  No supe lo que  fue, solo supe que  fue lo  necesario para que el rey comenzara a verme  con  airesde despecho , justo como a los   rehenes. Baje  las escaleras en ruina; un barandal de madera que apenas se sotena a un lado y del otro un  gran pilar de  piedras,  base  de una  torre . pase al lado de su majestad  y de la  tenebrosa sombra que estaba a hora  incado al lado de él,  su majestad colocando ahora  su mano derecha  sobre el  hombro del mezquino sirviente.  Pase sin  dar un saludo, sin mostrar respeto  ante  su alteza y menos ante  ese demonio que nos  habia envenenado a  todos, segui mi paso, hacia el final de las ecsaleras, note como  los caballeros  en  la plaza quedaron  atonitos ante la escena, nadie  jamas  se habrai atrevido  pasar  por delante de su majestad, y menso aun  el pasar a su lado sin besar la mano de la divivndad de ese ser. No solo eso,  los rehenes  asomaron la  vista por encima y  notaron como me acerque  hacia ellos,  aun atemorizados  me abri paso de  nuevo  al sitio  donde me habian encontrado reposando, justo frente a la  niña y a su madre  me detuve, extendi ambas manos y las ayude a  reincorporarse, los tres de pie cubiertos por la luz del sol, ahi parados.

lo unico qu mi  mente   pudo hacer fue lo correcto.  con mi mano seque las lagrimas de la niña y simplemente  me  inque  ante  ambas imagnes, y mis labios soltaron una frase- lo lamento mucho-

El rey que permaneció  en su  sitio en la escaleras  cubierto no  solo por la   sombra del pilar  y los  escombros de lo que parecia ser un kiosco  sobre  su cabeza,  no habia dado la vuelta para  ver lo que habia  hecho, los soldados y  rehenes  quedaron atonitos ante mi accion.

- si es asi como lo quieres  tú,   mi leal caballero, asi ser-  un chasquido de sus dedos  fue la orden para que   en  pocos  instantes    todos los  soldados  me rodearan con sus armas apuntandome,  dirigidos por el caballero negro,  con una sonrisa de oreja  a oreja  y un mirada  perdida que termino decansando sobre  mi.

- puede que   hoy  un  imperio   haya   crecido,  ganado sobre un pueblo hermano,  pero no significa que sea  lo correcto ante los  ojos de nosotros  y menos ante los ojos de los  hombres, los  hermanos  y menos aun de los dioses,  hoy es un dia que lamentar. El  ascenso de un rey... y la  caida  de un hombre.-..."

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