Crónica número 0001: el ascenso del rey, y la caida de un hombre:
"... y al terminar todo, el polvo, comenzo a asentarse, las llamas cesaron casi en su totalidad y dejaron ver en lo que se convirtio, lo que una vez fue la ciudad más maravillosa en todo el continente. La batalla que duro todo el dia anterior y cuyo climax descendio por la noche, ahora por la mañana, mostraba a los primeros rayos del sol, su trágico descenlace; -¿era esta guerra necesaria? - mi mente seguia perturbada, conforme recorria los pasillos que rodeaban parte de lo que fue la plaza principal de la ciudad, caminando entre escombros y horrorizandome con el resultado de nuestras acciones y de la guia que habiamos jurado seguir hasta el fin del mundo ciegamente, ese velo que no nos permitio ver como poco a poco fuimos cayendo en las fauces de la bestia; en un juego al cual él nos quizo guiar,y habia tenido éxito, conviertiendonos en lo que más odiamos, o al menos, en lo que yo más temi convertirme... - ¿Cómo es posible que hiciera esto yo?-
El derrumbado pasillo me guio a la plaza principal de la ciudad, donde se sabia, el comercio ocupaba ese sitio privilegiado, centro de intercabio no solo de mercancia, si no tambien de historias, razas e ideas. Conforme avance vi que los pocos sobrevivientes, en su mayoria simples civiles, mujeres con sus hijos y ancianos, incapaces de defender sus hogares asomaban temerosos de sus escondrijos al poco que caminaba cerca de ellos. Pude percibir en sus ojos ese temor, duda, lo mas raro fue, que ninguno mostro ira contra mi, solo temor, un temor comparado con el de la muerte. Ahora lo sabia , las vestiduras que portaba, la maravillosa armadura de oro blnaco que me habia sido otorgada hace tiempo y que jamas habia requerido usar, se habia ensuciado con el humo y hoyin del fuego y del polvo, pero no fue eso lo que la gente veia en mi, no era una armadura de oro blanco que relucia con los rayos de sol que anuncian el fin del caos y train paz y esperanza; lo que la gente observaba aterrorizada, era a un demonio caminando enre ellos, abriendo las pertas del inframundo, con una tunica manchada de sangre y cargando con la vida de seres queridos, amigos y familiares,en su mnos y su arma y dejando una sombra, una estela de muerte tras su paso.
Cansado por la batalla, arroje mi arma, -por dios-, no habia notado lo pesada que estaba esa lanza, de seguro, era el peso de las vidas que habia arrebatado ese dia, apenas la punta tenia una mancha de sangre, la cual contrasto con el fino brillo del material con que habia sido forjada, simplemente la arroje a un lado, vi lo que parecio ser una fuente me acerque y con ambas manos, tome un poco de agua arrojandola sobre mi rostro, tratando de que me limpiara y refrescara, tratando de que la cordura rgresara a mi mente, o tal vez tratando de que limpiara la sangre que estaba impregnada en mi rostro. Sentado ahi, aun se escuchaban a las tropas en otra parte de la ciudad , marcahando a paso acelerado, tratando de detener a la ultima resistencia, ¿20 o 30 soldados?, algunos gritos y despues silencio; no seria dificil detenerlos y menos someterlos. Estuve un rato sentado en ese lugar, el cual en un instante me parecio tan placido y quieto, pesea la situacion que nos evolvia.
Uno de los solados se acerco a mi impetuosos - su majestad requiere de su presencia, señor- yo, sin decir nada permaneci en mi posicion, con las manos descansando sobre mis piernas; habia perdido ya toda mi fuerza, apenas podia ver mis pies y respirar hondo. No tardo en que escuchara una multitud de pies corriendo y tomando posiciones en la plaza, los sobrevivientes habian sido sometidos por un grupo de soldados de bajo rango, y arrastrados hacia donde yo estaba, obligandolos a incarse al rededor de la fuente, justo ante mi, con las manos sobre la nuca y viendo al piso. mi mirada paso por encima de ellos, sin poder hacer mas. No podia creer que nosotros, hermanos de raza, iguales los unos a los otros, ahora estabamos somentiendo a nuestros propios hermanos ante nuestros destructio poder. Al pasar la mirada, conte de rapido como a 30 personas, sentia su temor. y cerca de mi, una niña, volteo a verme con una mirada que me atravezo el corazon, con lagrimas en los ojos, tratando de contener su llanto, sujetaba una muñeca de trapo polvorienta manchada de sangre, a su lado parecia ser su madre, herida en un costado, una mujer de 40 años aproximadamente, demacrada en el rostro y tratando de dar el ejemplo a la niña, no soltar ni una lagrima, pero al verlas con sus miradas sobre mi, no note ira y venganza, simplemente una decepcion y melancolia que me consterno aun mas.
La voz del nuevo gobernbante de esas lejanas tierras hizo eco entre las ruinas. Nuestro rey era un noble hombre, el cual tuve la oportunidad de conocer muy bien en sus buenos dias de juventud y educacion, pero cuando tope con el por ultima vez, su expresion habia cambiado drasticamente, su rostro mostraba el de un ser lleno de sed de ambicion, su barba blanca y larga sobresalia de su casco, la armadura que portaba, apenas mostraba estragos del la batalla, tras de el una capa de fina tela teñida del rojo, quiza fuese sangre pero nunca, suya. con aires de superioridad miro a sus pies la presa que habia adquirido, con prepotencia camino entre los indefensos sobrevivientes, y su rostro ahora mostraba una sonrisa malevola llena de satisfaccion y locura, su mirada aun mostro una insatisfaccion pese a la gran victoria de su accion. -veo que lo has hecho muy bien ¿mi querdio caballero de luz?- vocifero- observa ahora, nuetsro gran imperio domino lo que la gente creyo ser posible, ahora no estamos a su nivel, ellost estan ahora por debajo de nosotros, postrados ante mis pies como simples insectos que son.- una risa estrepitosa. Yo no podia hacer mas que levantarme y saludar con mi mano al monarca, mi cuerpo se movia por acto reflejo, no podia pronunciar ni una palabra. El rey camino hacia mi arma la tomo y la lanzo hacia mi, - no te dejes engañar por esos miserables cobardes, aun puede que intenten apuñalarte por la espalda mi querido emisario-. Mi cuerpo volvio a reacionar por si mismo a{ momento que le rey arrojo la lanza; mi mirada titubeo un momento, volteo hacia la madre y su hija ante mis pies, la niña habia soltado en llanto silenciosos mientras su madre la abrazaba. Mi corazon se destrozo y mi alma me habia abandonado. Sin duda me volvi en lo mimo que nuetsro lider, un mounstruo.
Hice un esfuerzo sobrehumano por tratar de poner mi mente en orden, mi cuerpo poco a poco comenzo a seguir mis ordenes, y me abri paso entre los rehenes alrededor de mi, me acerque a su altisima persona, y di un saludo con mi mano poniendola frente a él y dirigiendola luego a mi corazon haciendo una reverencia ante su investidura.- su alteza, justo como usted deseo, hemos cumplido con su ley, hemos cumplido cada palabra que nos dirigio, y solo gracias a su honorable guia hemos conseguido este resultado; nuestro reino propserara ahora y para siempre y sera ejemplo para todo el mundo- mi boca declamo, pero mi mente sentia asco con cada enunciado que pronuncie.
Una carcajada es lo unico que respondio, yo, ahi, postrado de rodillas haciendo una reverencia frente aquella quimera llena de locura , sentia esa descomunal fuerza que ejercia, ese temor que aplastaba y el cual los rehenes atras de mi sentian, e incluso los mismos caballeros reflejaban. - acompañame caballero, quiero que admires lo que tu lealtad y leal obediencia ante mi, tu amo, ha conseguido- me toco el hombro y me invito a caminar a su lado. Lo unico que podia ver al subir una escaleras que estaban frente a la fuente era un mundo devastado por la ira. Mi mente veia aquella gran metropolis que fue la ciudad, llena de casas, jardines y una poblacion que trabajaba duro para manterner en armonio de lo que cualqueira llamaria hogar y que yo considere en uno de mis viajes , un paraiso, pero mis ojos veian solo muerte, lo que la luna llena habia arrebatado por simple capricho.
Sin tomar atencion, hasta llegara la mitad de las escaleras, percibi que el rey, habia detenido sus pasos, y yo habia cometido la impudencia, o mejor dicho la osadia de seguir mi camino ascendiendo las escaleras y adelantarme al rey. Al voltear y guiar mi mirada hacia donde estaba l postrado, note una silueta a su lado, una sombro oscura , casi diabolica sobre su hombro izquierdo. Me tomo un poco de tiempo reaccionar y ver de quien se trataba , era él, aquel que habia llegado al reino y poco a poco sembró en el ejercito, en el pueblo, e incluso en el mismo rey, aquella semilla que germino en una ortiga de sizañ, ambicion y muerte, ese que habia recibido la envestidura de la armadura negra.
Susurro sutilemte algo al oido del rey., quien en un instante fijo su mirada en mi con sopresa, pero tardo poco en cambiarla por una mirada de desconfianza, duda y odio contra mi. No olvide que antes de esta guerra su majestad habia decidio que yo seria su mano derecha en esta cruzada sin sentido, era tal la confianza en mi que habia dejado todo el trabajo sucio a su carta bajo la manga, yo. Al dar mi primer paso para regresar al lado de su majestad, mi lugar a su lado derecho, me detuve, el caballero negro rapidamente paso por detras de su alteza y se postro ahora del lado derecho; volvio a susurrale al oido algo. No supe lo que fue, solo supe que fue lo necesario para que el rey comenzara a verme con airesde despecho , justo como a los rehenes. Baje las escaleras en ruina; un barandal de madera que apenas se sotena a un lado y del otro un gran pilar de piedras, base de una torre . pase al lado de su majestad y de la tenebrosa sombra que estaba a hora incado al lado de él, su majestad colocando ahora su mano derecha sobre el hombro del mezquino sirviente. Pase sin dar un saludo, sin mostrar respeto ante su alteza y menos ante ese demonio que nos habia envenenado a todos, segui mi paso, hacia el final de las ecsaleras, note como los caballeros en la plaza quedaron atonitos ante la escena, nadie jamas se habrai atrevido pasar por delante de su majestad, y menso aun el pasar a su lado sin besar la mano de la divivndad de ese ser. No solo eso, los rehenes asomaron la vista por encima y notaron como me acerque hacia ellos, aun atemorizados me abri paso de nuevo al sitio donde me habian encontrado reposando, justo frente a la niña y a su madre me detuve, extendi ambas manos y las ayude a reincorporarse, los tres de pie cubiertos por la luz del sol, ahi parados.
lo unico qu mi mente pudo hacer fue lo correcto. con mi mano seque las lagrimas de la niña y simplemente me inque ante ambas imagnes, y mis labios soltaron una frase- lo lamento mucho-
El rey que permaneció en su sitio en la escaleras cubierto no solo por la sombra del pilar y los escombros de lo que parecia ser un kiosco sobre su cabeza, no habia dado la vuelta para ver lo que habia hecho, los soldados y rehenes quedaron atonitos ante mi accion.
- si es asi como lo quieres tú, mi leal caballero, asi ser- un chasquido de sus dedos fue la orden para que en pocos instantes todos los soldados me rodearan con sus armas apuntandome, dirigidos por el caballero negro, con una sonrisa de oreja a oreja y un mirada perdida que termino decansando sobre mi.
- puede que hoy un imperio haya crecido, ganado sobre un pueblo hermano, pero no significa que sea lo correcto ante los ojos de nosotros y menos ante los ojos de los hombres, los hermanos y menos aun de los dioses, hoy es un dia que lamentar. El ascenso de un rey... y la caida de un hombre.-..."
yasashi...
..."¿Cual es tu deseo?" es lo que pregunto,
"No necesito nada"- no fue una mentira.
Aún, en el mundo que desaparece, hay un lugar para mí,
hasta para mi, que no lo sabe.
Mi conciencia aprisionada fue limitada por el tiempo,
repito mi deseo, hasta que nos volvamos a ver;
no me olvides.
A trávez de los días que pasan es todo lo que queda para mí
¿son mis recuerdos, o tal vez lo he olvidado?
Dentro de poco, el sueño acosa al mundo;
cada persona regresa al mañana.
La puerta que mira al futuro elegido
Aun si mi deseo se consede, no me olvides.
No me olvides.
Aún en el mundo que desaparece, hay un lugar para mí
hasta para mi, que no lo sabe
hasta que lo recuerde...
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